Son otro eslabón de la etapa educativa, de aquellos que necesitan un extra a la formación que reciben en el colegio, el instituto o la universidad, pero en los últimos años muchos han tenido que cerrar. En Plasencia, en cambio, la academia Arquimedianos acaba de cumplir 10 años.
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Es la empresa que montó Vanessa Prieto en Miralvalle cuando apenas tenía 23 años. Formada en Gestión comercial y Márquetin, Empresariales, Formación de formadores, matemáticas e inglés, empezó con dos alumnos, una sobrina y una vecina y ya han pasado por sus aulas más de mil, una media que supera los cien anuales.
Vanessa tiene claro que las academias son necesarias. «Hay mucha gente que necesita un apoyo educativo» y Arquimedianos lo ofrece desde Primaria hasta la universidad.
Porque junto a ella trabaja un equipo de otros tres profesores: Iñaki Cuadra (Matemáticas, Física y Química de Bachillerato, FP y universidad), Sandra Pizarro, pedagoga, profesora de Primaria, Lengua y Latín y Daniel Tejeda (Matemáticas y Física y Química). Cuatro docentes que dan clase a un máximo de 6 alumnos por grupo y que han conseguido una tasa de aprobados del 98% al 100%.
Sin embargo, Vanessa deja claro que ellos no son Harry Potter porque no tienen una varita mágica para conseguir que los alumnos aprueben. Explica que «el 25% del trabajo es de los profesores, otro 25% de los alumnos, otro de las familias y otro de la academia». Por tanto, se necesita motivación y, pese a que «a la mayoría no le gusta estudiar», buscan métodos que les motiven.
Aunque Vanesa se considera una mujer positiva, también destaca que, a lo largo de estos diez años, se han ido encontrando con zancadillas.
Una de las más graves ha sido la reciente pandemia del covid. «Hubo cierres masivos y la gente tenía miedo a las clases presenciales. Además, no recibimos ninguna ayuda, las academias estábamos en el limbo». En su caso, tuvieron que hacer una inversión de 4.000 euros para adaptar las aulas, incluso tirando paredes.
La reforma educativa ha sido «la última bofetada» porque, al eliminar los exámenes de septiembre, tienen que cerrar en verano. Así que, «o nos reinventamos o morimos» y ellos lo están haciendo diseñando libros para pruebas de acceso, aplicaciones didácticas y quieren expandirse con cursos a través de internet.
Todo mientras luchan contra quienes ofrecen clases particulares. «Gente sin carrera, con poca experiencia, sin seguros ni licencias y que cobran más. Las familias que les contratan, se equivocan», defiende.
Ellos han llamado a unos treinta para ofrecerles empleo y «nos han dicho todos que no porque cobraban más por libre».
A pesar de todo, Arquimedianos sigue en pie y Vanessa no duda de los motivos: «Por los resultados; porque nos preocupamos por cada alumno; por el ambiente de trabajo; el contacto continuo con las familias; que tenemos los precios más bajos del mercado, aulas modernas, grupos reducidos y horas extras gratuitas para simulaciones de exámenes».
Su lema es «entender, aprender y practicar» y estos son los pasos que siguen sus alumnos.
Ahora, por sus diez años, van a realizar sorteos a través de sus redes sociales, abiertos no solo a alumnos sino a toda la ciudad. Basta con seguirles y contestar a la pregunta que aparecerá con cada sorteo.
Raquel Rodríguez Muñoz (PERIÓDICO EXTREMADURA)